A veces creo que somos tan solo unos vulgares mercaderes del destino, que vivimos enlazando casualidades y llevando consecuencias al mejor postor en un viaje interminable, del mercado del día a día, en un cambalache de suerte e infortunio, a veces no.
1 comentario:
El camino a la mina rezuma de mineros; también se pueden ver sandías a los lados.
La Boca del Ello
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